Mientras empiezo a escribir este post, el texto predictivo se anticipa casi a lo que pretendo escribir. ¿Es quizás mi smartphone el "ser" que mejor me conoce? ¿Está la IA tan desarrollada que me lee el pensamiento?
Me atrevo a afirmar que la respuesta a la primera pregunta es un rotundo SI, y a la segunda pregunta no me atrevo a decir que NO con la misma determinación.
Hoy todos googleamos compulsivamente cuando desconocemos algo, de tal modo que pensar lo hemos relegado a un segundo plano.
Ahora nuestros dispositivos weareables controlan desde nuestras pulsaciones a las migrañas, pasando por la agenda de la regla o la ovulación. Somos incapaces de percibir lo que nos rodea y estamos atrofiando la única facultad que nos confiere "alma".
Proclamamos la libertad de pensamiento pero repetimos consignas impuestas por dogmas de fe.
No te pagan por pensar
No me pagan por pensar
No le pagan por pensar
¿Acaso deberia estar remunerado el pensamiento?
Bienvenidos y bienvenidas a la era de los robots. Donde los seres de carne y hueso mecanizan y los dispositivos piensan por nosotros.
Pero mientras seguimos almacenando nuestras emociones y recuerdos en la nube, nos confinamos en rutinas robóticas.
Piensa, ahora que es gratis.
¿Y tú? ¿Has sido un buen robot hoy?
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